Una empresa que mantuvo una
actitud pasiva ante la denuncia de una empleada , que alegó sufrir acoso sexual
por parte del jefe inmediato, deberá pagar una indemnización por despido sin
causa y daño moral.
La empleada en cuestión se
consideró despedida y demandó judicialmente a su jefe y al empleador porque no obstante haber denunciado
varias veces ser víctima de acoso sexual por parte de su jefe inmediato, la
empresa no tomó ninguna medida para impedir tales acciones. La dependiente
expuso en la mencionada demanda que durante dos años sufrió los embates de su
jefe quien le relataba situaciones obscenas, le hacía bromas de mal gusto y la
discriminaba por su religión evangélica.
La juez de primera instancia, en
los autos “A.M.A. c/S.O.D.S.A. y O. s/D”, en su sentencia expresó que de las
pruebas sustanciadas en el proceso quedó acreditado que la empleada fue víctima
de acoso sexual y moral y de una
persecución por parte de su jefe y, que asimismo la dependiente denunció varias
veces a las autoridades de la empleadora tales comportamientos, no habiendo
tomado la empresa ninguna medida para terminar con el acoso y sancionar al
responsable. En consecuencia la magistrada condenó a la empleadora a abonar la
indemnización por despido sin causa y una adicional por el daño moral sufrido
por el acoso sexual.
El fallo fue apelado por la
empresa, arribando el expediente para su
tratamiento a la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo,
cuyos integrantes tras el análisis de
las pruebas y documentación sustanciadas, concluyeron que se encontraba probado
que la empleada había denunciado varias veces a las autoridades de la empresa
el acoso sexual que venía sufriendo, y también estaba claro que la empresa no
había tomado ninguna medida orientada al cese del mencionado hostigamiento. En
conclusión confirmaron el fallo de primera instancia.
Como podemos apreciar en el
contenido del fallo las Empresas no pueden desligarse de la conducta de los
jefes con sus empleados, pues como bien lo entiende la Justicia el responsable
final de lo que ocurre en el ámbito laboral es el empleador. Máxime en una
situación como la descripta -con una
temática muy sensible y grave, como lo es el acoso sexual-, cuando los hechos
fueron denunciados en varias oportunidades y la Empresa no hizo nada para
corroborar la denuncia y tomar las medidas correspondientes para que cese el
hostigamiento y sancionar al jefe
acosador.
La mirada atenta y el accionar
inmediato y oportuno de los profesionales de Recursos Humanos se impone en una
situación como esta. No se puede dejar pasar una denuncia o un mero informe de
otra persona sobre hechos de la calidad que estamos tratando. Recibida la
información, se debe con prudencia investigar su veracidad y actuar en consonancia
con los hechos. Se deberá sancionar y
apartar al acosador y resguardar a la
víctima. Jamás se debe tomar alguna medida que pueda interpretarse como
tolerancia, ergo cambio de lugar de trabajo de la víctima, etc. Algunas veces
resulta difícil tomar la decisión adecuada pero es necesario hacerlo en resguardo
de la justicia, la salud de las personas y de la organización,
y el respeto de principios éticos que
deben imperar en toda sociedad civilizada.