Desde el punto de vista de los
profesionales de Recursos Humanos, es interesante y oportuno conocer los
consejos que tienen como destinatarios a los postulantes que participan en una entrevista de selección de personal.
Veamos por ejemplo el contenido
de la nota publicada en “parabuenosaires.com”
bajo el título de “Ocho trampas en una entrevista de trabajo”:
“ Las entrevistas de trabajo son
un proceso meticuloso que genera nervios y ansiedad en el candidato. Durante el
encuentro, no sólo se evalúan sus técnicas con respecto al puesto en
cuestión sino sus habilidades y competencias en cada instancia de selección.
“Si bien lo técnico son
requisitos a comprobar y cumplir por un candidato, el resto (el compromiso, la
proactividad, la orientación a resultados y la alineación con el ADN de la
empresa) suele ser más decisivo al momento de elegir a el/la candidato/a”, explicó Agustina
Pintos, vicepresidente de Recursos Humanos de Navent.
Para desmenuzar algunas
cuestiones que pueden surgir durante el proceso, una selección de las ocho
preguntas decisivas que los candidatos deben dominar.
“¿Qué conoce de la empresa?”
Es una cuestión esencial. No se puede acudir a una entrevista laboral sin
contar con información exhaustiva de la empresa a la que se desea ingresar y
del puesto a cubrir. Hay distintos medios para obtener la información, desde
consultar el sitio web hasta contactarse con gente que trabaje ahí. Desconocer
cómo opera la compañía supone una falta de interés por el trabajo ofertado.
“¿En su último trabajo fue
despedido o renunció?” Aquí la sinceridad juega un rol decisivo, se tiene
en cuenta la ética laboral. Además, la respuesta es fácil de corroborar. La
mejor estrategia es explicar lo sucedido y manifestar la incompatibilidad
laboral. Es un buen momento para desarrollar por qué este puesto es una gran
oportunidad para el aspirante.
“¿Cuál fue su gran logro a
nivel profesional?” No se tiene en cuenta el resultado sino “cómo se lo
obtuvo”, explicó Pintos. Además, agregó que este punto marcará la diferencia
con los otros candidatos.
“¿Ha tenido alguna vez
conflictos con sus jefes?”
Un interrogante difícil de
contestar, debido a que muchos dejan su empleo por problemas o descontento con
sus superiores. Conviene agregar también un ejemplo de una situación en la que
no estuvieron de acuerdo, pero en la que el entrevistado haya logrado resolver
el problema de una manera cordial.
“¿Cuál es su mayor debilidad?”
Es de las preguntas más comunes en una entrevista. Muchos optan por la típica
respuesta “soy un perfeccionista”, pero ya es obvia y muy utilizada. La
estrategia aquí es mencionar una debilidad pequeña que no esté relacionada con
el puesto. O también convertir la ‘debilidad’ en algo positivo.
“¿Qué busca en una empresa a
la hora de trabajar? Desde Navent se tiene en cuenta a “personas con
potencial de desarrollo, mirando no sólo en el corto sino en el mediano y largo
plazo”, detalló Pintos.
“¿Por qué si me dice que está
bien en donde está actualmente, está participando de este proceso?” Son
preguntas incómodas donde se evalúa la reacción. “Su fundamento, su
gesticulación y comodidad en responder dice mucho en una entrevista de trabajo.
Creo que es uno de los inputs más importantes de la entrevista, ver su reacción
y manejo de la situación per se”, puntualizó Pintos.
“¿Cuáles son sus expectativas
salariales ?” Realizar un trabajo previo para saber cuál es la remuneración
del mercado es un paso previo fundamental. No existe una respuesta correcta.”
Entre los ochos ítem hay algunos
que son muy buenos consejos y otros que preparan al postulantes para que tenga
una respuesta preelaborada para salir airoso de una pregunta comprometedora, o bien responder sin ofrecer blancos
vulnerables. Es interesante entonces
que, desde el otro lado de la mesa, es decir desde el puto de vista del
entrevistador, se tengan en cuenta estas sugerencias para determinar la sinceridad o no de quien
responde.