La Justicia hizo lugar a la demanda de un trabajador que se consideró despedido sin causa debido a que el empleador le redujo la jornada de trabajo y la remuneración correspondiente.
El empleado desde hacia más de veinte años,
cumplía tareas de guardias dos días a la semana, una de veinticuatro horas los
días miércoles y otra de doce horas los sábados hasta que imprevistamente el empleador
dispuso suprimir la guardia de los días sábados. Ante esta situación el
trabajador consideró que tal decisión constituyó un ejercicio abusivo de la potestad
de variar las condiciones de trabajo, por lo que se consideró despedido sin
causa y exigió las indemnizaciones legales correspondientes a tal
desvinculación.
Ante la negativa a pagar lo reclamado el
trabajador demandó judicialmente -autos “”Stefanic, Francisco Juan y otros
s/Pami Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados y otros
s/cobro de salarios”- recayendo sentencia de primera instancia favorable al
reclamo, por lo que en apelación el expediente fue considerado por la Sala VI
de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo.
Veamos el contenido del art. 66 de la LCT que se refiere a la facultad de modificar las formas y modalidades del trabajo:
"El empleador está facultado para introducir todos aquellos cambios relativos a la forma y modalidades de la prestación del trabajo, en tanto esos cambios no importen un ejercicio irrazonable de esa facultad, ni alteren modalidades esenciales del contrato, ni causen perjuicio material ni moral al trabajador.
"Cuando el empleador disponga medidas vedadas por este artículo, al trabajador le asistirá la posibilidad de optar por considerarse despedido sin causa o accionar persiguiendo el restablecimiento de las condiciones alteradas. En este último supuesto la acción se substanciará por el procedimiento sumarísimo, no pudiéndose innovar en las condiciones y modalidades de trabajo, salvo que éstas sean generales para el establecimiento o sección, hasta que recaiga sentencia definitiva."
Los camaristas, tras el análisis de la
documentación y pruebas sustanciadas, señalaron “… , el salario y ciertos
aspectos de la jornada de trabajo constituyen condiciones estructurales del
negocio jurídico laboral y, es indiscutible que la supresión de una de las
guardias causaba un menoscabo en el rédito económico que se apoya por la
enajenación de su capacidad de trabajo durante un tiempo cierto a cambio de una
compensación dineraria (ver arts. 21 y 103, LCT) y, en el caso, ni siquiera se
acreditaron razones funcionales para tal modificación, no pudiendo olvidarse
que la función institucional de la demandadas es atender las necesidades
médicas y asistenciales de sus afiliados durante todos los días de la semana,
lo que incluye el día sábado. En otras palabras, no existe base fáctica para
considerar que los servicios que prestaba el actor en tal día respondiesen a
necesidades extraordinarias de la demandada en cuyo caso hubiera sido razonable
la modificación impuesta ya que, coincido con la apelante, ningún trabajador
tiene derecho a solicitar la dación de horas extras pero, reitero, éste no es
el caso en disputa.”
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