No depositar los aportes y
contribuciones a la seguridad social tiene un costo demasiado elevado que puede
comprometer la situación económica de la empresa, debido a las sanciones y multas
dispuestas por dos artículos de la Ley de Contrato de Trabajo.
En primer lugar veamos el contenido
del art. 132 bis que dice:
“Si el empleador hubiere retenido aportes del trabajador con destino a
los organismo de la seguridad social, o cuotas, aportes periódicos o
contribuciones a que estuviesen obligados los trabajadores en virtud de normas
legales o provenientes de las convenciones colectivas de trabajo, o que
resulten de su carácter de afiliados a asociaciones profesionales de trabajadores
con personería gremial, o de miembros de sociedades mutuales o cooperativas, o
por servicios y demás prestaciones que otorguen dichas entidades, y al momento
de producirse la extinción del contrato de trabajo por cualquier causa no
hubiere ingresado total o parcialmente esos importes a favor de los organismos,
entidades o instituciones a los que estuvieren destinados, deberá a partir de
ese momento pagar al trabajador afectado una sanción conminatoria mensual
equivalente a la remuneración que se devengaba mensualmente a favor de este
último al momento de operarse la extinción del contrato de trabajo, importe que
se devengará con igual periodicidad a la del salario hasta que el empleador acreditare
de modo fehaciente haber hecho efectivo el ingreso de los fondos retenidos. La
imposición de la sanción conminatoria prevista en este artículo no enerva la
aplicación de las penas que procedieren en la hipótesis de que hubiere quedado
configurado un delito del derecho penal.”
Este artículo fue incorporado a
la Ley de Contrato de Trabajo por la ley 25.345, publicada en el Boletín
Oficial del 17/11/2000. La misma ley introduce como segundo párrafo al art. 15
también de la Ley de Contrato de Trabajo, quedando la norma con el siguiente
texto:
“Los acuerdos
transaccionales, conciliatorios o liberatorios sólo serán válidos cuando se
realicen con intervención de la autoridad judicial o administrativa, y mediare
resolución fundada de cualquiera de ésta que acredite que mediante tales actos
se ha alcanzado una justa composición de los derechos e intereses de las
partes.
“La autoridad judicial o administrativa que omitiere actuar del modo establecido en esta norma quedará incursa en grave incumplimiento de sus deberes como funcionario y será, en consecuencia, pasible de las sanciones y penalidades previstas para tales casos.
“En todos los casos, la homologación
administrativa o judicial de los acuerdos conciliatorios, transaccionales o
liberatorios les otorgará la autoridad de cosa juzgada entre las partes que los
hubieren celebrado, pero no les hará oponibles a los organismos encargados de
la recaudación de los aportes, contribuciones y demás cotizaciones destinados a
los sistemas de la seguridad social, en cuanto se refiera a la calificación de
la naturaleza de los vínculos habidos entre las partes y a la exigibilidad de
las obligaciones que de esos vínculos se deriven para con los sistemas de
seguridad social. ”
El art. 132 bis se refiere a las
retenciones efectuadas al trabajador e incluye no sólo las destinadas a la
seguridad social sino a cualquier otra retención en virtud de leyes o convenciones
colectivas de trabajo, o con destino a los sindicatos con personería gremial o
por servicios o prestaciones que concedan mutuales o cooperativas, pero la
sanción está condicionada a que la deuda exista al momento de producirse la
extinción del contrato de trabajo. Por su parte la jurisprudencia agregó otra
condición que es que la deuda con los organismos citados no se haya prescripta.
Es decir que si trascurrieron más de diez años la sanción no es aplicable.
La envergadura del monto de la
sanción es considerable, pues se trata de pagar al trabajador el importe equivalente
a un sueldo, por cada mes que trascurra desde la extinción de la relación
laboral hasta que la empresa demuestre fehacientemente haber cancelado la
deuda.
Para que opere esta sanción es
imprescindible que el trabajador al momento de la extinción reclame el pago de
las retenciones no depositadas, debiendo esta intimación ser clara y
específica.
Por su parte el art. 15 contempla
una situación distinta, pues es aplicable cuando se producen entre el empleador
y el trabajador acuerdos, como dice la norma, transaccionales, conciliatorios o
liberatorios. En estos casos donde, en general, el empleador abona una cantidad
de dinero a cambio de que el trabajador desista de determinadas pretensiones,
no pueden contemplar acuerdos sobre el pago de aportes y contribuciones a la
seguridad social.
En estos casos la autoridad
judicial o administrativa que intervenga –la ley exige que este tipo de acuerdos requiere la aprobación
para garantizar la “justa composición de derechos e intereses de las partes”-
está obligada por esta norma a remitir las actuaciones a la AFIP, para que este
organismo controle el pago de los aportes y contribuciones a la seguridad
social. Desde luego la exigencia del organismo impositivo agregará a la deuda
los intereses y las severas multas
vigentes.
En consecuencia es conveniente
que los profesionales de Recursos Humanos tengan presente las graves
consecuencias económicas que pueden sufrir las empresas por imperio de la
aplicación de los artículos 15 y 132 bis de la LCT, y asesoren debidamente a
los representantes empresariales para no incurrir en esas situaciones.
4 comentarios:
Hola Gabriel, recién me enteré que mi anterior empleador nunca depositó lo referente a AFP, sin embargo en mis boletas sí se evidencian las retenciones tanto por prima como por seguro. ¿qué debo hacer? ya informé a la empresa pero aún no aportan solución
Te puedo comentar lo que dispone la legislación argentina. El trabajador debe intimar por un medio fehaciente (telegrama, carta documento) a que el empleador deposite las retenciones y contribuciones, dejando bien explicito e identificable el destino de esos aportes y el período que no se cumplió. Vencido el plazo de la intimación si el empleador no depositó lo adeudado, debe hacerse el reclamo via judicial y la pena es un monto equivalente a un mes de sueldo por cada mes que persista el incumplimiento.
Gabriel, de cuánto tiempo hablamos con "el plazo de la intimación" en tu comentario anterior?
Damian;
El plazo prudente para regularizar el deposito de las retenciones sería de 30 días. Muy atte. Gabriel Bizama
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