Un trabajador que desempeña la
misma tarea que otro no puede percibir un salario menor por ninguna
circunstancia, salvo que la diferencia se origine en mayor eficacia,
laboriosidad o contracción a sus tareas.
El principio de igual
remuneración al igual tarea está contemplado en el art. 81 de la Ley de
Contrato de Trabajo, cuando la norma expresamente dispone:
“El empleador debe dispensar a todos los trabajadores igual trato en
identidad de situaciones. Se considerará que existe trato desigual cuando se
produzcan discriminaciones arbitrarias fundadas en razones de sexo, religión o
raza, pero no cuando el diferente tratamiento responde a principios de bien
común, como el que se sustenta en la mayor eficacia, laboriosidad o contracción
a sus tareas por parte del trabajador.”
Este principio de igualdad es
receptado en forma unánime la jurisprudencia, pues son innumerables las
sentencias en contra de empleadores que discriminan especialmente en materia de
sueldos a sus trabajadores y lo que es peor, en algunos casos, en que la
distinción salarial está justificada por el desempeño del empleado, no se toman
los recaudos indispensables para demostrar eventualmente ante un reclamo
laboral, la justicia y los fundamentos de haber aplicado una política salarial
determinada.
En el caso tratado por la Sala I,
de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, en los autos “Castillo Fabio
Damián c/INC S.A. s/diferencias de salarios”, los camaristas revocaron el fallo
de primera instancia que había rechazado la demanda del trabajador, no
aceptando el argumento del empleador que sostuvo que los trabajadores
comparados tenían categorías distintas y a tal causa obedecía la diferente en
su sueldos. En este punto los camaristas manifestaron que “no es una razón
legítima porque si bien es cierto que las categorías asignadas son distintas,
tal diferencia es irrelevante a los fines de la controversia, porque lo que
define la contienda se emplaza en el tipo de tareas que, como ya se dijo son
idénticas pues ambos trabajadores prestan labores de reposición”.
Cabe recordar a los profesionales
de Recursos Humanos que ante el caso de existir trabajadores que desempeñan la
misma tarea y perciben salarios diferentes, deberán tener sumo cuidado de
conservar la documentación necesaria para demostrar que no se trata de
discriminación sino que la diferencia obedece a distintos desempeño de tareas,
condiciones de trabajo o las razones puntuales que justifiquen los distintos
salarios. A estos efectos pueden ser útiles las evaluaciones de desempeño, las
notas de felicitaciones o de sanciones y, sería importante que en ocasión de haber
incrementado el sueldo en forma individual, haber confeccionado una nota
dirigida al beneficiario donde se explican los motivos del aumento. De esta
forma evitaremos eventuales reclamos ante la Justicia, y si los hay tendremos
los elementos para rechazarlos justificadamente.
3 comentarios:
Si bien legal y jurisprudencialmente lo que sostenes es correcto, lo cierto es que en las corporaciones y especialmente con relación al personal fuera de convenio, en el ochenta por ciento de los casos, todo depende de la voluntad del Sr. Director del área, quien la mayoría de las veces no es la eficiencia la que considera al momento de definir los incrementos salariales. Lamentablemente en este país es la adscripción (amiguismo) y no la selección la que prima tanto a la hora de determinar los ingresos de personal como a la de fijar sus salarios y/o sus incrementos.
Hay mucho para sincerar!!!!
O que tenga mayor antiguedad en la empreswa
En realidad debe privar el criterio universal por sobre el particular.
Mismo trabajo, misma remuneración.
Sí se puede diferenciar, si se cuenta con una estructura de remuneraciones flexible y en la organización se cuenta con algún sistema de evaluación o premio por desempeño.
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